El socio de Akzo debe desmantelar inmediatamente sus escombreras

17/04/16

Lex Rietman

(publicado en Het Financieele Dagblad el miércoles 24 febrero 2016)

La empresa minera española Iberpotash, con la que AkzoNobel concluyó un acuerdo de cooperación durante treinta años, deberá desmantelar dos escombreras gigantescas de residuos salinos en la Cataluña Central y reparar el daño medioambiental.

Eso ha decidido la Audiencia Provincial de Barcelona en un recurso de apelación. Al mismo tiempo, el tribunal ha condenado a tres anteriores directivos de Iberpotash a un año y medio de prisión. La sentencia reduce en medio año la pena impuesta por una sentencia anterior en este asunto. La razón de dicha reducción es el largo periodo (once años) transcurrido desde que se presentó la querella por contaminación grave de las aguas.

Minería de potasa

La sentencia, que ya no es susceptible de recurso, impone además la obligación de reparar el daño ambiental que ha causado la minería de potasa de Iberpotash.

Eso tiene consecuencias de mucho alcance. La minería de potasa, materia prima de fertilizantes, genera grandes cantidades de residuos salinos. Como consecuencia de ello se han creado dos gigantescos montes de sal de unos 250 metros de altitud junto a las minas de potasa de Iberpotash, a 60 kilómetros de Barcelona. Cerca de Sallent se calcula que yacen unos 50 millones de toneladas de sal residual, y cerca de Súria unos 30 millones de toneladas. La fiscalía ambiental exige que Iberpotash empiece inmediatamente a desmantelar las escombreras. Además, la empresa debe limpiar los acuíferos fuertemente salinizados de cuatro municipios vecinos de las minas.

Rebautizada

Iberpotash afirma que la limpieza es tan cara que iría a costa de puestos de trabajo.

Según Iberpotash — en el ínterin, la empresa ha sido rebautizada como ICL Iberia y es desde 1998 una filial de la multinacional israelí ICL — es imposible limpiar las zonas contaminadas. El coste sería tan elevado que amenazaría la ocupación. Iberpotash emplea a 1200 personas.

Pero el tribunal de Barcelona desestimó esos argumentos. La obligación de reparar el daño causado es, según el tribunal, la manera más lógica de dar forma a la responsabilidad. “Que [la limpieza] pueda tener un [coste] no puede erigirse en argumento alegable en esta sede penal”, según la sentencia.

Un antiguo problema

Según Iberpotash se trata de un viejo problema. La empresa aseguró a la agencia de prensa ACN estar cumpliendo todas las normas medioambientales. “No hay que confundir la dirección actual de la empresa con hechos del pasado”, según declaró un portavoz.

Según activistas ambientales, sin embargo, Iberpotash sigue vertiendo residuo salino de las minas sin ningún cambio. Se verterían 5000 toneladas de residuo salino al día. Según un cálculo, sólo el desmantelamiento de las escombreras de Sallent y Súria costaría más de 150 millones de euros.