5ª Conferencia Anual de Competencia de AIJA

09/03/16

Entre mascletà y mascletà, este fin de semana ha tenido lugar en Valencia la 5ª Conferencia Anual de Competencia de la Asociación Internacional de Jóvenes Abogados (AIJA). AIJA es una asociación sin ánimo de lucro que reúne alrededor de 4000 abogados menores de 45 años provenientes de todo el mundo. Con sede en Bruselas, la asociación organiza cursos y seminarios en todas las áreas del derecho con el objetivo de promover la cooperación entre jóvenes abogados de distintas nacionalidades.

La 5ª Conferencia Anual de Competencia celebrada en Valencia ha tratado los más recientes desarrollos del Derecho de la Competencia en el sector de las telecomunicaciones, las nuevas tecnologías y el comercio electrónico.

Aprovechando el reciente anuncio de la Autoridad Alemana de Competencia sobre la apertura de una investigación contra Facebook por un posible abuso de su posición de dominio relacionado con el método de recopilación y tratamiento de datos de sus usuarios, varios de los ponentes se refirieron al fenómeno del “big data” y la oportunidad de tratarlo desde la perspectiva del Derecho de la Competencia. Las preocupaciones que suscita la recogida masiva de datos se incrementan en caso de dominio. Básicamente, se teme, por un lado, que empresas con elevadas cuotas de mercado puedan incurrir en prácticas abusivas por recabar y procesar datos de usuarios mediante procedimientos poco transparentes (caso del procedimiento alemán contra Facebook) y, por otro, que los datos constituyan una barrera de entrada al mercado y las empresas en él presente puedan cerrarlo a nuevos competidores. Respecto a la primera cuestión, varios ponentes pusieron de manifiesto el peligro que supone que las Autoridades atribuyan a las empresas dominantes una “especial responsabilidad” en el cumplimiento de una normativa que es ajena a la de competencia.

Otra de las dificultades que plantea el análisis de prácticas abusivas relacionadas con el “big data” es la definición del mercado. Durante la Conferencia se apuntó que dicha dificultad estriba en que es complicado (i) determinar el producto concreto, ya que los datos que se recogen son muy variados, provienen de diferentes fuentes y, con frecuencia, son el “precio” que los consumidores y/o usuarios pagan por unos productos y/o servicios muy diversos; y (ii) delimitar el mercado geográfico, puesto que habría que establecer fronteras en comportamientos que se desarrollan en plataformas y páginas web accesibles internacionalmente.

Y continuando con un asunto de accesibilidad internacional, pasamos a otro de los temas que más interés suscitó durante la Conferencia. Éste fue el del difícil encaje de las normativas nacionales en materia de derechos de autor con el anunciado objetivo de la Comisión Juncker de crear un Mercado Único Digital. Se comentó, entre otros, el Caso AT. 40023 Cross-border access to pay-TV content actualmente en curso en la Comisión Europea, en el que ésta acusa a las grandes productoras americanas y a la emisora europea Sky UK de restringir territorialmente, de forma incompatible con el mercado interior, el mercado de contenidos audiovisuales protegidos. El caso será tremendamente relevante para dilucidar si el denominado “geo-blocking” de los contratos de distribución es o no compatible con la normativa de competencia cuando los productos contractuales son contenidos protegidos por derechos de autor o asimilados. La cuestión se enmarca además en un proceso de reforma de diversas directivas europeas que afectan a la cuestión, pero que todavía no se han reformado. La crítica a la Comisión es, pues, obvia: ¿se está intentando sortear la codecisión (perdón: el “procedimiento legislativo ordinario”) –en la que todavía no está claro que la Comisión obtendría los apoyos necesarios– por la vía sancionadora? Tendremos que ver cómo acaba el caso.

Además de estas cuestiones, también se habló de diversas concentraciones recientes en el sector de las telecomunicaciones, y de la fijación del precio de reventa de los e-books como supuesto mecanismo para proteger la cultura. Cuestión ésta de máxima actualidad después de que el Tribunal Supremo estadounidense confirmara una multa de aproximadamente 408 millones de euros a Apple por haber inflado el precio de sus e-books junto con varios editores…